La distancia entre el PSOE y el PP que periódicamente marcan las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas se amplía de nuevo. Después de un barómetro de enero en el que el PP había alcanzado la menor distancia de la legislatura (sólo 1,2 puntos, precisamente después del atentado de ETA en Barajas), los socialistas recuperan un margen de tres puntos, mayor incluso del que tenían antes de ese atentado.
La encuesta del CIS que le permite realizar las predicciones del barómetro de abril es anterior a la campaña electoral de las municipales, ya que se hizo entre el 23 y el 29 de abril. El PP ha mostrado su euforia por la victoria por 160.000 votos frente a los socialistas que, en su opinión, augura el regreso de la oposición a La Moncloa de la mano de Mariano Rajoy. Los socialistas insisten en que el resultado desastroso en Madrid, difícilmente repetible en las generales, distorsiona el análisis y por eso se muestran convencidos de que vencerán. El CIS parece dar la razón a estos últimos.
El dato se obtiene de la llamada cocina del CIS, esto es, la proyección que hacen los expertos con los datos obtenidos de la encuesta y las series históricas que ellos manejan. Porque la diferencia entre ambos partidos en intención directa de voto, esto es lo que responden los ciudadanos, es de 11 puntos a favor de los socialistas, lo que demuestra que el PP tiene un importante voto oculto. En cualquier caso, la proyección del CIS calcula que hay alrededor de un 15,7% de indecisos.
La serie histórica de los últimos barómetros indica que durante toda la legislatura los socialistas mantuvieron una cómoda ventaja de entre cinco y siete puntos sobre el principal partido de la oposición hasta que, en octubre, coincidiendo con los primeros datos negativos provenientes de la lucha antiterrorista -el robo de armas en Francia y el comunicado de la banda en verano-, la distancia comenzó a reducirse (2,3 puntos). Así fue hasta que en enero, justo después de que ETA rompiera la tregua, la brecha llegó al mínimo. Pero ahora parece recuperarse.
La única vez que el líder del PP, Mariano Rajoy, ha comentado una encuesta del CIS fue precisamente en octubre, cuando se invirtió esa tendencia que ahora se recupera. "Es una ridiculez que se presente hoy una encuesta de abril cuando hubo elecciones el domingo, diría que es una frivolidad pero no, lo que hay es un intento de engañar a los ciudadanos. El PSOE gana encuestas; el PP gana elecciones, que es lo que vale", aseguró Vicente Martínez Pujalte, portavoz adjunto del PP.
La encuesta, que cada mes se ocupa de algún asunto en particular además de continuar con las series tradicionales, se encarga en esta ocasión de analizar la relación de los españoles con la política. Y el resultado es claramente negativo, ya que los encuestados muestran un gran desapego. Un 68,9% de los españoles cree que, "esté quien esté en el poder, siempre busca sus propios intereses", y un porcentaje todavía mayor, un 70%, responde con la opción "los políticos no se preocupan mucho de lo que piensa la gente como yo".
Los españoles le dan muy poca importancia a la política en su vida cotidiana. Este asunto recibe una nota de 4,02 sobre 10, mientras la familia alcanza un 9,55, el trabajo, un 8,37, y los amigos, un 8,06. Incluso la religión supera a la política, con una nota media del 4,6.
Los encuestados prefieren no hablar ni discutir de política con sus amigos, familiares o compañeros de trabajo. Casi un 58% de los que han contestado a las preguntas del CIS elude estas discusiones y "nunca" o "raramente" habla de política con sus allegados, frente al 12,5% que discute "a menudo" de estos asuntos. Un porcentaje que se reduce a un 8,6% cuando se trata de hablar de política con los compañeros de trabajo. Un 53% cree que "es mejor no meterse en política".
Otro dato significativo es el resumen de los principales problemas que afectan a los españoles. El paro ha recuperado su primer puesto, un punto por encima del terrorismo, que le había destronado en los últimos meses especialmente tras el atentado en la T-4 de Barajas, que costó la vida a dos ecuatorianos.
El terrorismo había bajado poco a poco en esta lista durante la legislatura, hasta colocarse en el cuarto puesto durante la tregua de ETA. Pero el atentado lo reavivó como problema. La vivienda se coloca ahora como tercer problema, citada por un 32,5% de los ciudadanos -una subida de cinco puntos- mientras la inmigración se sitúa en el cuarto puesto con un ligero aumento respecto a marzo.
Zapatero sube en valoración
La encuesta del CIS sufre algunos cambios en la valoración de los principales líderes políticos. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que siempre se coloca como el político mejor valorado, supera el aprobado. Zapatero pasa del 4,93 del barómetro de enero a un 5,12. Otros políticos quedan muy lejos de él. Mariano Rajoy, su gran rival, se coloca con un 4,05 por detrás incluso de Gaspar Llamazares, líder de IU, que tiene un 4,38. El propio Rajoy suele ironizar con esta victoria de Llamazares que en absoluto se corresponde al resultado electoral -IU tiene cinco diputados y el PP 148- y achaca su mala valoración al hecho de que tanto la izquierda como los nacionalistas tienen gran aversión al PP, lo que distorsiona este dato. Rajoy sostiene que entre su electorado, que es lo importante, él tiene una buena valoración. Además, en esta ocasión también Rajoy, como Zapatero, ha mejorado: antes tenía un 3,69.
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