Si como dicen que refiere la Biblia, “Dios escribe derecho con renglones torcidos”, el sábado se hizo bueno el aserto del libro santo de los cristianos. Programó la cortijera televisión de Doña Espe, muy al modo “ancienne regimen” el clásico de Cecil B. DeMille “Los Diez Mandamientos” (1956) y ese mismo día tuvimos noticia de la resolución del comité deontológico de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), certificando que TeleMadrid faltó reiteradamente a la verdad.Lo hace con frecuencia y contumacia, pero ha sido palmariamente acreditado por la FAPE al enjuiciar, tras denuncia previa del comité de empresa, el reportaje sobre un supuesto coladero de inmigrantes en la T-4 de Barajas. A juicio de la Comisión de Quejas y Deontología de la Federación de Asociaciones de la Prensa el reportaje, en realidad un montaje manipulado, fue “una gravísima violación de las más mínimas normas de la ética periodística”. No mentir ni levantar falso testimonioDe auténtica vergüenza ajena. La paradoja, ciertamente oportuna, es que siendo “no mentir ni levantar falso testimonio” uno de los Diez Mandamientos de la Santa Madre Iglesia, la Tele de Doña Espe quedó en flagrante evidencia al ponerse de manifiesto el incumplimiento del precepto el mismo día que emitía el título más clásico del cine bíblico. ¿Predicar con el ejemplo?Tampoco tendría nada de extraño que lo hiciesen para provocar, tal es el desparpajo y prepotencia de la lideresa. Y es que así es nuestra derecha patria, tan proclive a decir una cosa y hacer la contraria. Al modo, por cierto, del antiguo edil palmesano pillado en falta, piadoso cofrade de día y viciosillo frecuentador de antros de pago en las noches. De pago con dinero del contribuyente, no lo olvidemos.
lunes, 17 de marzo de 2008
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