Pero la realidad es que en la enseñanza infantil de 0 a 3 años, las medidas adoptadas por el Gobierno regional sólo cubren el 10% de la demanda real (2.500 plazas públicas nuevas con una necesidad de más de 25.000), y las ayudas a través de los famosos cheques guardería sólo cubren el 30% del gasto total de la escolarización en una guardería, por lo que a las familias no agraciadas en la “BonoEspe” con una plaza pública tienen que arrascarse los bolsillos o pedir un crédito para afrontar el nuevo curso. Todo esto podría evitarse si se cubriese la demanda de plazas en centros públicos gratuitos, pero Doña Espe nunca ha creído en la educación pública, entre otras cosas porque iría contra los intereses de determinadas sectas religiosas que tienen monopolizada la enseñanza en nuestra región.
Otro frente propagandístico son unas supuestas ayudas para la compra de libros de texto, ayudas que solo han cubierto el 50% de las solicitudes, dejando a más de 300.000 alumnos sin ellas, una vez más Doña Espe prefiere gastarse el dinero público en propaganda en lugar de optar por la gratuidad en los libros de texto como viene reclamando el PSOE y la comunidad educativa.
En cuanto a las becas de comedor más de lo mismo, apenas cubren el 10% de la demanda real y es que a Doña Espe mientras la voten y pueda seguir llenando los estómagos agradecidos de sus amiguetes, no le preocupa lo más mínimo que haya niños sin recursos que se queden sin comer.
Vivimos en un Madrid depredador en el que el lema es “Si quieres una educación de calidad, págala”.
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